Los hiperenlaces de la poesía, que atraviesan tiempo y espacio nos permiten desplazamientos que sólo ahora la ciencia nos confirma efectivos, sin necesidad de fantásticas cabinas azules o sillas extravagantes, y permiten conversaciones como la que tuvo Gonzalo Rojas con Catulo, por el lago de Garda en 1995, de la que dejó constancia en el siguiente poema.
Carmen cárminis -Favor, ¿dónde se fabrican por aquí versos con Hélade y lujuria para que vibren transparentes? -Dos casas más allá pasade este hueco donde se ve ese otro hueco de aire con dalias originales de entonces, ahí justo a la izquierda doblando detrás del puente del que no queda vestigio, ahí mismo a un metro hay una carpintería etrusca: de ahí -arterias mármol, alta, los pies desnudos- salió la muchacha hace tres mil, que no ha muerto. Eso me lo dijo personalmente a mí Catulo en Sirmione el 95, Garda sul Lago. Venecia 1996, del libro "Qué se ama cuando se ama"
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