Un breve (la cosa no da para más) comentario sobre la polémica generada alrededor del último premio Espasa de poesía, tras leer algunos de los textos premiados: Ojalá, como se sugirió en algún momento, fuese un bot. Por dos razones: la primera, porque vendría a demostrar que la inteligencia artificial está menos avanzada de lo esperado en este sector (un cierto suspiro de alivio temporal); la segunda, porque al menos eso tendría un punto transgresor y vanguardista a valorar.
Otras entradas sobre la poesía postadolescente (cada vez más postadolescente) de moda.
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