Oliendo a transparencias

Nada para empezar el año que una vuelta a olisquear las raíces, a mordisquearlas a ver si nuestro paladar se ha ido volviendo más sutil, o si, por el contrario, se ha abotagado…

Así que para empezar este redondo (curvo, por tanto) 2010, traigo aquí, a modo propiciatorio, el poema Primero las Transparencias Fugadas de Pedro García Cabrera, poemario escrito en 1934 y que, de alguna manera inaugura una manera de ver y decir la isla. Disfrútenlo.

el aire entraba en mí sin encontrarme.
en el globo cautivo de mi pecho
me contaba las islas invernadas,
las agudas piteras, los barrancos,
los desmandados mares sin adioses.
y persiguió los pozos de las venas,
las galerías de los instintos,
las puertas de las cámaras vitales.
y se marchó de mí sin encontrarme.
yo me hallaba tan hondo y tan espejo
que era invisible al aire.

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